23 nov 2008

II Jornadas contra el racismo


La gente de cartagena antifacista se sigue moviendo y realizando manifestaciones y actividades contra el fascismo y el racismo. En su blog nos cuentan como fue la manifestación del 20-N en Murcia y de como fueron amenazados por las fuerzas de seguridad. Además se están preparando las II Jornadas contra el racismo que serán el próximo 28-29 de Noviembre. Para más información, www.plataformaantifascistacartagena.blogspot.com
Un saludo tinto!!!

22 nov 2008

Tocate los cojones Mari Loli

Ahora que está tan de moda lo de gastar pelas en pintar techos raros por Ginebra y esas cosas, la familia real no iba a ser menos. Habrá que dejarles unos eurillos pa tapar las grietas de la escayola, poner los azulejos que se han caido de la pared del aseo, el estractor de humos de la cocina que me parece está atascao y toas esas cosillas que pasan en las casas y que hay que dejar al pelo cada cierto tiempo. Joer, no ponerse así pijo, si al fin y al cabo ¿que son 3,3 millones de euros?. Entiendelos Lorca, no ves que no les llega con los otros 9 kilicos, que son muchas cosas pa llevar palante y el pobre Juanki va enlomao: que si barcos, que si coches, que si viaje pa ca y pa ya, luego que a los zagales le ha dao por criar y en eso se te va un pico...
Na, mierda y moscas. Tanta crisis y tantas mierdas y pal Juanki 3,3 kilos más, tocate los cojones Mari Loli!!!
Gracias Membri por el enlace:
http://meneame.net/story/gobierno-concede-rey-otros-3-3-millones-euros-para-redecorar-palacio-z

14 nov 2008

Los amos del Mundo. Arturo Pérez-Reverte

Artículo premonitorio del escritor y periodista cartagenero Arturo Pérez-Reverte, publicado en "El Semanal" el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, se revela como una auténtica profecía.



Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o de un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio -o al revés-, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.

Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará a usted el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analis-tas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo; porque siempre ganan ellos, cuando ganan, y nunca pierden ellos, cuando pierden.

No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combina-ciones fastuosas de economía financiera que nada tiene que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.

Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder; el riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas finan-cieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecien-tos por ciento no se encuentran todos los días.

Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la econo-mía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es eufo-ria, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.

Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y enton-ces -¡oh, prodigio!- mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.

Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la pagan con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con sus puestos de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

11 nov 2008

EN LA OBRA

A pesar de todo su mujer, cada noche, le sigue preparando la nevera. Un litro de cerveza, un bocata para el almuerzo y unas lentejitas y una naranja para la comida. Por la mañana, se sigue levantando a las 6 y 30. En el bar: un café y un sol y sombra para matar el frio. Antes, su pelotazo matutino le ayudaba a pasar mejor los rigores del tiempo; frio en invierno y un calor abrasador en el verano. Siempre fue mejor el frio, bien abrigado se aguanta. Lo único las manos, que después de una hora ya no las sientes. Pero el verano, el verano es terrible, por más ropa que te quites el calor te sigue achuchando, cuando te reincorporas a las tres de la tarde, ya con el cuerpo castigado, el sol te da directamente en la cabeza. Te quedas aturdido, vencido y cuando ya piensas que no vas a poder aguantarlo más, aún no son ni las cuatro y media de la tarde y todavía te queda mucho tajo.

Pero se pasaba, el ser humano lo aguanta todo.

Ahora necesita una segunda dosis de su habitual medicina matinal para no pensar. Porque como le de por darle vueltas al coco ...

-Todo iba tan jodidamente bien. El encargao se daba de hostias por encontrar personal. Hasta el más patán encontraba hueco en la obra, aunque fuera llevando la carretilla para arriba y para abajo. Tan bien, tan bien, que el capullo de mi hijo se hartó de pasear los libros y con dieciseis añitos a la obra con su padre. Y a hacer dinero. Luego, los viernes cenaba en casa, se echaba dos kilos de gomina y regresaba el domingo con un careto que daba miedo verlo. Cuando cumplió los 18, no tardó ni un mes en sacarse el carnet y comprarse um pezado de coche que yo en mi juventud jamás hubiera soñado con tener. Ahora se pasa el día en la cama y por las tardes se va un rato con el coche, sin oficio ni beneficio, como el fracasado de su padre.

-Es que todo iba tan bien, tan bien. El caso es que yo realmente no ganabas más que antes, lo que ocurría es que había tantísimo tajo, que echabamos más horas que un reloj. Y por baratas que las pagasen, tantas horas al final de mes es dinero. Eso sí, cada peseta ganada había que sudarla. Vaya que sí. Algunos decían que tanto construir, tanto construir, que eso no podía ser bueno, que pa qué tanta casa. Y a uno no le gustaba oir eso. Joder, tanto construir ni que hostias. Pa una vez que uno hace algo de dinero. Pero es que uno se obceca y al final cae. Mi cuñao venga con la misma cantinela tos los putos días. Que no seas tonto, que ahora las casas las regalan. Me decía:

-¿Pero que te supone a ti gastarte 800 euros al mes de hipoteca con lo que estas ganado?. Comprate el chalet, que tu mujer se lo merece.

-Y la verdad es que se lo merecía, la mujer toda la vida limpiando en las casas de los demás y siempre un plato en la mesa, y siempre el pisito limpio como una patena. Pues sí, se lo merecía y tonto de mí que me lancé. Que cojones, me levantaba casi dos mil euros tos los meses, que eran pa mi 800 euros al mes, nada. Además, uno lleva ya muchos años trabajando, con el cuerpo molido pero siempre en la obra. ¿Cómo iba yo a pensar que me iban a largar?. Si es que cuando me acuerdo se me cae el alma al suelo. En el puto INEM me dicen que me tengo que reciclar. Adaptarme al nuevo mercado de trabajo. Y yo no me cago en sus putas madres porque los padres a uno lo educaron bien. ¿Reciclarme? Pero si yo prácticamente nací en la obra.

-Lo peor de todo es que ahora el capullo de mi cuñado me tiene que ayudar con la jodida hipoteca porque si no me quedo en la puta calle. A mi me gustaría decirle cuatro cosas, como por ejemplo por qué cojones ahora tengo que pagar 1000 euros al mes. Que quién el EURIBOR ese y que por qué no estoy viviendo en el piso de siempre, sin pagamentas que maldita la falta que me hacen. Si no mi hijo, lo que gana de paro pa seguir pagando el puto AUDI, que se lo metía por el culo. 47 palos y aquí estoy en el bar preguntándole a todo cristo si no les hace falta un obrero fino. Joder, yo llegaba aquí todos los días, pitillaco, café, sol y sombra y al tajo. Y nadie te miraba por encima del hombro. Ahora murmuran, que si a punto estuvieron de quitarle la casa. Que si uno no se puede dar esos aires de grandeza. Mira ahora, si no fuera por el cuñado que trabaja en la asesoría. Y a mi me dan ganas de ...

A pesar de todo su mujer, cada noche, le sigue preparando la nevera. Un litro de cerveza, un bocata para el almuerzo y unas lentejitas y una naranja para la comida. Después se va a fregar las escaleras y limpiar las casas de las señoras de algunos de los jefazos de la empresa donde antes trabajaba su marido. Que buenos son, se preocupan por sus antiguos empleados. Mucho no le pueden pagar, ya sabes, la crisis. Pero al menos le dan trabajo. Es cierto que ahora tiene que cobrar la hora más barata. Pero entre el paro que cobra su marido, las horas que echa ella y lo que le presta su hermano van tirando para adelante y un plato en la mesa siempre hay. Es una pena que el chalecito que siempre soñó tener lo hayan tenido que poner en venta. La verdad es que eso le duele. Ella piensa: -Es que no nos lo hemos ganado toda la puta vida los dos con el lomo agachado, pasando frio en invierno y calor en verano.

8 nov 2008

Señor Presidente

Porque aunque lo que ocurrió el martes fuera histórico conviene no perder el norte.

Porque aunque a los medios de comunicación oficiales se les llene la boca, revolución es otra cosa.

Con ustedes, el uruguayo Quintín Cabrera.



Gracias, Paca.
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