¿Cuándo se hace uno viejo?
Científicamente no hay más que una balanza pero todos hemos visto caer en soledad un proyecto orgánico. Si al menos las promociones fueran asequibles al bolsillo mis amigos aprenderían a doblar las rodillas como lo hago yo, de ese modo se olvidarían de preguntar por fechas y las bronquitis serían más cortas.
Juan paseaba con David en la búsqueda de lo que comúnmente hace el hombre. Es que Tobías es todo un personaje, se pasa el día con las rodillas dobladas y no le duelen los ojos. Ya se sabe tirando se arriba antes que girando. Tal y como dijo Guillermo una vez en el piso; los mensajes de los budas son sordos y Tobías no ha pisado más longevidad que la que se puede encerrar en una jornada de pisadas con un itinerario coordenado por dos ángulos abiertos unidos.
Entonces lo de la ampliación de las alcantarillas está en marcha, preguntó Juan. Si ese es el motivo que nos trae a casa de Tobías, el hedor provocado al obrar ese tipo de marchas le infunde vida, hasta se acuerda de cuando sirvió militarmente. Pero claro no somos uno porque si realizamos la adicción nos daremos cuenta de que llegamos a la veintena.
Juan ya estaba pensando en como decirle a su fecundo estómago que que en este período habría de buscar la longevidad con tanto ajetreo y añadió; es que veinte no somos todos porque luego ponen la radio y sale la periodista Isabel Gemio entrevistando a una mujer española que está en Grecia y se ponen a pensar que con el hedor eso aquí no es posible.
En ese momento les alcanzó Nerea y dijo que Isabel Gemio había hecho muy bien su trabajo: Primero te aburrió haciéndote esperar una sorpresa y mediante el gesto periodístico te informa de que en tu nariz hay sorpresas. Ja, ja,ja..., Juan llegó a ponerse nervioso pero recordó que las sorpresas te entretienen mientras el tiempo te cura. Nerea torno su gesto hacia la dulce gravedad de lo exacto y dijo que Tobías no necesita de bailes para alcanzar la sabiduría.
David era consciente de que podría gestionar fecundidad y exactitud pero antes hay que empezar a madrugar un poco. Apenas realizas un par de repartos ya se te a olvidado la importancia que la aprehensión del concepto tripudiar tiene para ser director de orquesta. ¿Será la costa croata semejante a la murciana? ¿y a la española?. Bueno yo he visto a Alice Cooper salir al escenario por la desembocadura del túnel de acceso al ruedo de iruña y todo ello en frecuencia mixta. No obstante Tobías es ejemplo de la frecuente victoria de lo exacto. Todo el mundo ve pasar las horas y sin embargo no es necesario descifrarlas en cupones. De ese modo todos aceleraron el paso topándose con su destino. ¡Buenos días Ginés! -dijo Juan- ¿Sabías que un periodista andaluz le hizo pronunciar a Tim Burton la frase “zagal, saca el saco de las almendras que se sequen” en el acento idiosincrásico propio? Si pero también se que Descartes no era un lógico puesto que lo normal es decir pienso y luego escribo. ¿Y cuándo lo escribirás? El asunto concerniente a la tríada Madrid, Aquagest y las narices lo escribiré cuando me concentre. Juan repuso inmediatamente que la imagen siempre llega tras haberlo encontrado todo y que por un pequeño parto no hay que ponerse a correr entre departamentos municipales ¡Ya lo dijo el filósofo -dijo en plan jocoso-, lo que otros corran a mi no me cansa!. Y hoy día ni las bibliotecarias saben los murmullos que pululan a través de sus estantes.
Ginés se encontraba un tanto indispuesto por el exceso calórico propio del ecuador del día, zanjó semejante cuestión divina diciendo que nadie ha visto a una curiana volar de día mientras observaba a Tobías liarse un cigarrillo y dudaba acerca de situaciones. Tobías usted sabía que ahora los mecheros se apagan si les soplas -dijo Ginés intrigado- Así hablo Tobías entonces: ¿Vivimos en el mundo al revés o acaso soy Matusalem el longevo? Incluso he llegado a oír que en Berlín hay una playa.
Sí, sí, sí -afirmó Ginés entusiasmado-. Juan entrometiéndose en la conversación hizo notar que esa playa es una masa de arena traída de la costa que han arrojado a la orilla de un río contaminado por la industria, con un chiringuito y los restos de un muro que evita la creación del malecón por el cual se podría pasear a la vez que mirar una playa de verdad con sus bañistas y todo. Entonces Ginés, incomodado por el tono de Juan dijo que al menos en el chiringuito de la playa de Berlín el servicio es dinámico, no es de esa clase de chiringuitos de playa que parecen la legión por la mezcla de severidad y ansia de posesión que flotan mediante esencias de rebozos
Ginés, me vas a perdonar una impertinencia. Yo opino que esa visión del medio que dinamiza un chiringuito de playa puede ser fruto de un amplio debate. Yo mismo conozco a un hombre de negocios que trabaja todo el verano, incluso se le puede ver pasear por la gran vía de Murcia a las tres de la tarde con su muñeca derecha firme al sostener su maletín de cuero sintético. No obstante es capaz de disfrutar de un chiringuito porque posee el instinto de sintonizar con las mesuras.
Conozco a ese señor porque le he visto comer gachas en platos diseñados por el decoro culinario murciano y no recordar haber derramado una sola gota de sudor en el proceso, dijo Ginés comenzando a desperezarse. Nerea continuaba con sus ejercicios matutinos y recordaba a Guillermo cuando decía que el orden en el piso les permitiría ser efectivos. Mientras David jugaba con el azúcar solapado en el cristal del vaso, era un juego a dos bandas con dos miembros cada una, dos pupilas y dos conjuntos de granos de azúcar, el arbitraje del interés era posible gracias a la tensión aportada al momento con sus falanges, ¿cuántas falanges tenemos? Pensó mientras levantaba la mirada para hablar y decía que si las gachas son lo que en México se conoce como chícharos.
Ginés soltó una carcajada y dijo que eso eran los garbanzos. Al levantarse Ginés agradeció el detalle que habían tenido con él al dejarle un lugar en la sombra, quizás podría aprovechar para organizar simbólicamente el movimiento natural de la interacción que hace posible la nomenclatura de arroces que se recogen bajo el término paellas valencianas. Así a lo mejor podría darle a alguno en los morros con el tema del picudo rojo.
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