En la ciudad de Murcia don Miguel de Cervantes se juega
los cuartos de la educación de sus hijos al lado de San Basilio. La
señora ** edil de educación en el Excelentísimo Ayuntamiento de
Murcia acude a sus citas periódicas con don Miguel, la cuestión es
que en el futuro medio cuando alguien pierda dos dedos y no tenga
seguro médico también será cervantino. Tras el leve impulso
necesario para sobrevolar opiniones en diferentes idiomas se recorre
apaciblemente la acera de las moreras, árbol que recuerda el pasado
murciano, una crisis tal que las señoras de la ciudad tuvieron que
ponerse a hilar seda a mano. La concejalía del Ayuntamiento debe
estar siempre con el oído puesto en la gente de la calle y don
Miguel si es alguien, es un hombre de la calle.
La vida del Ayuntamiento es más rápida lo cual produce
un desfalco en favor de lo común. Ello no deja de ser contradictorio
si comparamos la vida y obra de don Miguel de Cervantes, es decir,
sus pensamientos acerca de como el filólogo Nietzsche tuvo el valor
de traducir la expresión de una tragedia española que reza “envidia
longeva” por “the
queen of the commonwealth builded a royal channel under the crossgun
bridge located in Phipsborough town, just to let funerals pass by”.
Para colmo esos actos se
realizan en ese lugar que no llega a cinco casas.
Las comisiones previas al pleno son vertiginosas, lo
cual demuestra que los políticos trabajan. La señora o señor edil
titular se elevan sobre el conjunto y ahí comienza la distorsión.
Deben escuchar no a los propios, no al resto de ediles, no a la gente
sino a la santísima trinidad. Es decir, ellos mismos en la poltrona,
sus colegas y la gente. Ester no puede creer lo que ve, lo que ve
funciona tristemente.
Las horas presentes van a estar dedicadas a la idea de
que todos los niños vayan a un buen colegio. Sin embargo, pese a
poseer las instituciones y los medios la ejecución se distorsiona.
En realidad es demasiado controvertido dejar que los hijos de Don
Miguel de Cervantes vayan al colegio. Ahora sabemos que don Miguel de
Cervantes está vivo, que Alonso Quijano no existió y que no sabemos
donde se perdió el amado Sancho, el que en su vida real fue rey
Visigodo. Por consiguiente los murcianos no podemos pagar con el pan
nuestro los libros de los súbditos de una aragonesa y un leones.
Todo el mundo ha visto lo que sucedió en África y no estamos para
derroches.
Las habitaciones dispuestas para las comisiones son muy
cuadradas y acomodaticias, a excepción echa de un virus de
arquitectos que pulula no sólo en la capital sino en toda la Región,
todo es perfecto. Un edil comienza a excitarse y dispara: “Lo
importante es que no haya más cables que papeles encima de los
pupitres” Y la presidencia responde: “Queremos desvelar una
realidad en la que los individuos aprendan a leer y no perdernos en
tópicos hueros como los relativos a la belleza del retrato de
Copérnico”. Es cierto, es cierto, lo importante es la inspiración
de los movimientos de marte.
A continuación bajamos al nivel en el que uno se la
juega de verdad. Irrumpe en la sala la influencia de la educación
para la ciudadanía y la algazara toma el poder. La presidencia
erguida parece una cúspide al revelar “Yo lo quiero es que quede
clara la idea de la educación para la ciudadanía: Los homosexuales
son almas libres pero también buenas personas. La situación está
delicada pero no apocalíptica... Pero, ¿no es cierto que en
Cartagena los niños y las niñas nacen sabiendo nadar?... Debo
admitir que lo que usted apunta tiene fundamento, por consiguiente
concentremos a los niños en limpiar el río Segura y que dejen ya de
soñar con un puerto de mar.
Nadie sabe ¿por qué? Juan, David, Ginés, Nerea y
Guillermo permanecen sentados y callados frente a las unísonas
imágenes del televisor tantas horas. Ellos son conscientes de que
tanto no es bueno si no explicamos que los de los pies más rápidos
de la selva aguardan impasibles su momento.
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