Guillermo se había despertado exultante aquella mañana
a pesar del sofocante calor, a la vez que ordenaba tripudiar a sus
espaldas se aproximaba optimista al salón de estar. Una vez comprobó
que David y Nerea ya habían llegado, llamó a la puerta de la
habitación de Ginés. La habitación de Ginés estaba levemente
desordenada. La cuestión de la levedad concierne al hecho de que los
pocos libros existentes se posaban anárquicamente en la órbita
concisa de la habitación. Sin embargo, la cuestión de la gravedad
concierne a la imperial anarquía de la ardentísima energía
cinética en plena guerra con un ejercito de combustión en el tercer
estado, el que sigue a los sólidos y los líquidos.
Mientras tanto en el salón Nerea leía con detenimiento
el journal concerniente a las
cuestiones de la empresa familiar, la del pozo de cerdos y la
geopolítica, la de la CIA. Este hecho causo una sensación de astío
en el fenómeno compuesto por el ser de Nerea y el ser de Ginés
aumentando la presión orbital que solamente sofía conoce.
David mantenía con Nerea una conversación distendida:
¡hermosa Nerea! -decía- conoces que si somos fecundos en ardides
podemos conseguir retrotraer a los chicos de Chicago... Nerea
respondía elocuentemente, precisamente ese es el fin que persigue
tan placentera conversación matutina. Somos jóvenes pero no podemos
conjugar nuestra potencia con nuestra voluntad, sin embargo podemos
disfrutar del placer de modo dulce y prudente. Por conclusión
trabajemos en la inteligencia.
Ginés y Guillermo eran el ideal de pareja española. La
conjunción de sus órbitas crea las imágenes del trabajo español,
el de uno mira y otro trabaja. Una vez dispuesta la mesilla rodeada
de sofás comenzó la ceremonia del desayuno. ¡Qué Ginés rodillas
erguidas y cuello torcido! Se lo voy a decir a Tobías. Ja, ja, ja,
ja, ja -retumbó en la sala-. Me ha llegado una carta de la vecina de
la delegación del gobierno y dice que no me dan la beca de la
elocuencia, la que te lleva donde las negras esferas rasgadas. ¿A
México? Sí esa.
Nerea se interesó por no comprender el balance de
pérdidas abstractas, el que no tiene perdón. En el instante en que
Guillermo volvía a exclamar agitado. ¡Ginés aquí tienes tu
correspondencia! Acto seguido la correspondencia chocó gracias al
pecho de Ginés y el testimonio de sus ojos. Ginés es una persona
muy racional, semejante a Agamenón en el arte de meter la mano en el
bolsillo propio. Concerniente a ello es la cuestión del fenómeno,
no reconocer que carta será. La del Banco está clara, en ella
aparece una interesante imagen de un perro de pedigrí que dice que
son un banco que cambia cada día para seguir siendo el de siempre,
el de las cuatro ligas. Sin embargo, lo realmente importante es que
no sólo había una carta sino que había otra, en ella era
identificado como código cliente: 298444 y que te regalaban un sobre
listo para ser enviado al Apartado de correos 08080 Barcelona, el de
cuyo consistorio solo entiendes las cifras.
Guillermo arrebató el tríptico que rezaba así: “Aviso
importante: Este catálogo contiene artículos que pueden herir la
sensibilidad de algunas personas, si cree que puede ser una de ellas,
tírelo antes de abrirlo. Si NO deseas -ojo al dato- seguir
recibiendo nuestras ofertas, indícanoslo por carta, haciéndonos
constar tu código de cliente -ojo al dato-, que figura -ehmehm- en
la etiqueta del sobre, al recibo de la misma te daremos de baja de
nuestros archivos”
Nerea preguntó cómo
era para ellos la idea perfecta del hombre y Juan acertado respondió,
de cintura para abajo de los pueblos de la Melanesia del Sur. Pues la
figuración del producto “mini dress”
contiene un hilemorfismo compuesto por la belleza de un largo cabello
del color del sol, unos pechos voluptuosos y lo principal, la forma
una mujer hermosa.
Ginés interrumpió amargado. ¡Es igual! En este país
si pretendes escribir en serio acerca del sexo entra un borrego en tu
habitación y se come tus apuntes. Nerea interrumpió: El placer más
horroroso del mundo es ejecutar el acto del coito donde gobierna el
ruido.
Juan felicitó a Ginés
por su sutileza y añadió que el sexo es una cuestión de arte. Por
ejemplo si nos atenemos a la definición de que el hombre perfecto de
abdomen es el turco y de cintura para abajo son los de los pueblos de
la Melanesia del Sur , entonces en un baremo con un máximo de
matrícula de honor, Ronaldo el que no es pagano, sacaría un cinco
punto cinco puesto que de la cintura para arriba existiría un
desinterés provocado por la no armonía de un vientre dúctil. En
momentos en los que el amor existen, los de la vergüenza. El que no
es pagano podría confundir sus labios con los bíceps. De ese modo
su propia rusa sentiría que le apuñetean labios y que le llaman
brazos ausentes. ¿Lo entendéis? ¡Clarísimo! Respondieron todos.
Pues la lencería interior es sugerente, de echo, el
pasado domingo estuve en una preciosa venta de sutiles vestidos y no
sólo traje un regalo a Nerea sino que me compré unos pantalones
vaqueros cortos. No tuve la necesidad de probármelos para comprarlos
porque el espíritu de la pereza es exacto sólo cuando quiere. Nerea
observaba dulcemente a David mientras escuchaba.
¡Todos no somos iguales... y es normal las mujeres
vamos al ataque de nuestros derechos y los hombres nos defienden! No
obstante hay quien realiza el puñeteo melódico, con el miembro
unitario hálito, es lo que comúnmente se conoce como la bienal del
sexo. ¡Claro está! -dijo Juan-. Nerea insistió que el placer más
horroroso es hacer el amor con murmullos pululares.
Una vez echamos el cierre a los desayunos la periodista
toma su turno. El hálito de la periodista conoce que Ana Blanco se
lleva el diez por ciento de sus trescientos mil euros anuales La
gravedad del asunto concerniente a la subasta del cuadro del diestro
niño en el arte del idiotismo revela que el artista es el que habla
de si mismo y el génio es el que habla de nosotros. La periodista
insiste en que ella no ve nada pero que respeta a los profesores.
Guillermo, ¿cómo crees que se encontrará el señor
Juan Manuel Sánchez Gordillo en la compañía de Ignacio García?
Querido Ginés -respondió Guillermo- no hay modo de conocer esa
cuestión a ciencia cierta. Mediante el cálculo podemos inferir que
debido a la exactitud de los ángulos rectos de las cajas mercantiles
de la campaña de verano en Marinaleda, las lágrimas del señor
Gordillo no lograrán eliminar el problema de la sequía. Yo respeto
tus opiniones querido Guillermo -dijo Ginés-, sin embargo lo que a
mi me apesadumbra es que la carencias de sal en ejemplares interinos
como la vecina de la delegación del gobierno provocen una inflación
gaseosa.
Seguidamente irrumpió en la sala Juan Ruano y sin ser
cuestionado reflexionó acerca de la ciudadanía murciana al mismo
tiempo que don Ramón Luís Valcárcel deseaba al nuevo dierector del
Banco CAM que siga en su actividad para triunfar.
Nerea estaba exhausta del murmullo pulular creado por el
artefacto televisor y con alegría se dispuso para salir al parque a
echar la mañana: “La red de urgencias aumentará en treinta y
cuatro consultas médicas y treinta y cinco enfermeras la dotación
de la costa para este verano. Por consiguiente el único que corre
peligro de no dormir es Guillermo a no ser que se venga a nuestra
casa de la costa.
Guillermo era un hombre de actos y pensó que el
servicio de correos al amparo del código mercantil se realizaba en
una empresa causa de la posibilidad de realizar la glocalidad. Las
imágenes dejarían de ser virtuales para transportarnos a la hora de
la modulación demiúrgica. Por consiguiente, la mono-poli-ganancia
sería la maduración de lo dinámico en la cultura.
¡Estamos a pique de julio y habrá que disfrutar
echando al rato con los colegas! ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario