28 mar 2011
Ecos Urbanos 27-03-2011
El terrorismo bancario
Hace apenas unos días el señor presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero compadecía ante el Congreso de los Diputados para rubricar el apoyo incondicional de España a la creación de una “zona de exclusión aérea” en Libia, votada por el Consejo de Seguridad de la O.N.U. el pasado 17 de marzo. Más allá de los habituales rifirrafes entre la Oposición y el Gobierno atinentes a la preocupante coyuntura económico-social española, las razones aducidas por el señor Presidente garantizando el apoyo de España a las grandes potencias occidentales en la creación de un parapeto o escudo militar en territorio libio, fueron acogidas con júbilo y entusiasmo por los allí reunidos. Entre todas los argumentos esgrimidos aquel día, Rodríguez Zapatero no dejaría de mentar que la única y principal acometida de tan repentino ramalazo de solidaridad internacional hacia el pueblo libio procedía de la necesidad de proteger a la población civil de las salvajes represalias del coronel Gadafi, amigo íntimo del señor Berlusconi y no menos conocido de Nicolás Sarkozy y el ex presidente Aznar. Bajo el pretexto humanitario Zapatero repetía machaconamente la imposibilidad por parte de la Comunidad Internacional de continuar impasible ante las amenazas de un dictador pisoteando los derechos fundamentales de la población. Invocando a ese deux ex machina en el que se ha convertido la Democracia Redentora del benévolo Occidente, el Presidente se deshacía en recurrentes elogios hacia la Comunidad Internacional dadas las iniciativas y esfuerzos emprendidos desde el seno de la O.N.U para preservar el derecho del pueblo libio a decidir libremente su futuro. Tantos elogios para que al final de la comparecencia Rodríguez Zapatero olvidase elevar una tímida protesta contra la entrada en Bahrein de las tropas enviadas por la diamantina monarquía Saudí con la finalidad de ahogar y reprimir las protestas de la población, o bien una mínima alusión al vapuleo diario de los derechos humanos en España tras el repentino y unilateral endurecimiento de las políticas bancarias que no han hecho sino cuadriplicar el porcentaje de desahucios llevados a cabo en el país.
Las protestas de algunos particulares afectados por el viraje bancario han encendido las primeras luces de alarma. El cambio en las políticas bancarias viene inevitablemente acompañado con un aumento sustancial de las tasas estipuladas para el rembolso mensual de las hipotecas – dada la voracidad ilimitada de las entidades bancarias que tratan de reunir nuevamente su capital monetario sin atender a nada ni a nadie- que no ha hecho sino agravar los perniciosos efectos derivados de la nefasta gestión de nuestros dirigentes desde hace más de quince años, sobre una gran proporción de la población española literalmente ahogada ante semejo e inesperado endurecimiento. Familias enteras han visto como su suerte cambiaba de la noche a la mañana, pasando de recibir los parabienes de unas entidades bancarias volcadas con su clientela y deseosas de colocarle una hipoteca cuanto más abultada mejor, a tener que soportar las amenazantes e intimidatorias llamadas de aquellas mismas entidades que no ha mucho te proponían no sólo un piso en Alcobendas y una casita en la playa sino que además te regalaban una lustrosa vajilla de porcelana china para engatusar a los amigotes al tiempo que se comprometían a financiar el coche, los muebles y lo que se pusiera por delante ¿Unas vacaciones a cuerpo de rey en un exótico paraje al alcance de muy pocos? No se preocupe usted por nada porque le financiamos las vacaciones y le ofrecemos un tanto por ciento más para que invite también a su suegra. Del altruismo desinteresado a la amenaza hostigadora antes de pasar al desahucio definitivo que no acaba con la entrega de los bienes tasados por el banco sino que continúa con la injusta, humillante e incomprensible devolución íntegra de la hipoteca una vez te han dejado de patitas en la calle. No podría ser de otro modo dado el Edén judicial español, idóneo para fomentar el pillaje, abuso y correrías de los bancos.
Una de las primeras modificaciones en la ley Bancaria reclamadas desde las innumerables asociaciones conformadas durante los últimos dos años en España por hombres y mujeres ahogados con el pago de la hipoteca o pendientes de un desahucio inminente, radica en la supresión de la mayor injusticia social que campa a sus anchas en España y con la cual se gratifica a los bancos no sólo con la devolución de los bienes adquiridos a través la hipoteca, sino que asimismo se obliga a los afectados a restituir íntegramente el volumen de la hipoteca otorgada por el banco una vez se ha consumado el desahucio. Una jurisdicción bancaria, cabe recordar, única en toda Europa. De este modo, una vez el banco te ha dejado sin vivienda – vulnerando de este modo uno de los principios fundamentales de la Constitución dónde se reza que el Estado tiene la obligación de garantizar una vivienda digna a todos sus ciudadanos- el banco no ceja en su empeño de arruinarte la vida porque con la ley en la mano todo ciudadano está obligado a devolver religiosamente el resto y totalidad de la hipoteca.
Mientra se dispara el índice de la pobreza en España y los Centros de Caridad se han visto desbordados frente a la inesperada avalancha de ciudadanos desamparados ante su suerte traicionera, la ministra Elena Salgado zanja la discusión sobre la Reforma Bancaria excusando que en estos momentos ésa no es una prioridad en la agenda del Gobierno. Debe de estar repleta la agenda del Gobierno, pero ¿cuáles son entonces las prioridades del Gobierno? Si los altos vuelos del señor Rodríguez Zapatero no lo han llevado todavía a extraviarse en el cielo estrellado de la Moncloa es harto improbable que éste aún no halla advertido el “terrorismo” apabullante y la extorsión más propia de la mafia siciliana, concomitante a las prácticas de acoso y derribo al ciudadano emprendidas por las entidades bancarias en España.
Según la definición de terrorismo sumariamente consensuada en el seno de la ONU se califica de tal a, todo acto criminal encaminado o concertado para provocar un estado de terror en el público en general, un grupo de personas o personas particulares para propósitos políticos en toda circunstancia injustificable cualesquiera sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, éticas, religiosas o de cualquier otra naturaleza que puedan ser aducidas para justificarlas… Aunque el diapasón interpretativo bajo el cual se sopesa la aplicación de un delito de terrorismo es tan dilatado y correoso que algunos lo manejan a su antojo para justificar la invasión de un país, encarcelar a un grupo de individuos, camuflar los asesinatos colectivos del ejército israelí durante sus incursiones en la franja de Gaza o bien calificar la presunta agresión a un consejero regional como acto terrorista, con la definición en la mano, lejos de las trampas, vericuetos y encrucijadas de la retórica política, la praxis despiadada y depredadora de las entidades bancarias en España debería ser, sin más, tipificada como delito terrorista.
A medida que pasan los días, aumenta el número de desempleados incapaces de hacer frente a las hipotecas y por ende el número de familias sobre las que pende una espada de Damocles bien afilada por los asfixiantes pagos mensuales, las insinuaciones barriobajeras del banco y las constantes amenazas de desahucio. Todo esto, acentuado por la incomprensible actitud de un Gobierno de pastaflora que no hace nada para aliviar la situación. Al contrario, ahora se dedica a subir y subir los impuestos mientra el precio de la gasolina alcanza récords históricos y el precio de los productos básicos se incrementa paulatinamente. Y todo esto para que aquellos que menos tienen paguen los platos rotos de una crisis provocada por la locura y desmanes fabuladores de los milagreros mercados financieros y sus correligionarios.
Con la grave crisis institucional de nuestra vecina Portugal al borde de un descalabro económico-social, el Gobierno español, de nuevo embreñado en otra guerra, no ha dado ninguna señal manifiesta de adoptar una resolución firme y contundente que aclare un poco más nuestro incierto futuro y acabe, de una vez, con los desfalcos y abusos llevados a cabo por las entidades bancarias en el territorio español. Para colmo de males, el banco, viéndose escudado por la vergonzosa parcialidad que le ofrece el Gobierno español, no dudará en hundir un poco más en la miseria a todo aquel que no comulgue con sus normas. Continuará humillando, atemorizando, extenderá las reglas de su juego por doquiera y sembrará el miedo en millares y millares de familias españolas que contemplan con temor y pesadumbre su futuro inmediato.
Este otro tipo de terrorismo encubierto que ni altos mandatarios ni medios de comunicación se atreven a nombrar ni poner en la piqueta, no puede ser combatido con las armas ordinarias del Estado, porque éste, desgraciadamente, es su principal aliado. Para acabar con el imperio bancario, necesitamos el apoyo de una ciudadanía organizada y concienciada dispuesta a poner en funcionamiento toda una serie de mecanismos de autodefensa encaminados a pararle los pies y plantarle cara a un sistema bancario gozando de una descarada impunidad estatal. Ya es hora de salir a la calle y encararse de una vez para siempre con los que ahora se refocilan y esbozan complacientes sonrisas en sus relucientes despachos ubicados en la planta cuarenta y siete de algún rascacielos. Todo depende de nosotros. La espera se alarga y el tiempo no corre sino en nuestra contra. Tomemos a pecho las palabras que Zapatero glosaba en el hemiciclo para justificar la acción militar de la O.N.U. y ante las indiscriminadas amenazas de la dictadura bancaria, salgamos a la calle reclamando nuestros derechos, pongamos el grito en el cielo a favor del habeas corpus o bien pidamos a la Comunidad Internancional la creación de un “zona de exclusión bancaria” con tal de protegernos contra el pillaje, abusos y correrías de la mesnada bancaria.
20 mar 2011
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13 mar 2011
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8 mar 2011
Francisco Camps y el Espíritu Santo
“El Gobierno de España nos lo ha quitado todo menos la dignidad”.
Francesc Camps y olé.
Dentro del mediocre panorama político español, preñado de individuos grises que atracaron en lo público sin haber demostrado ni su pericia ni su ética ni su vocación de servicio al común ante nadie más que sus amiguitos del alma, hay un personaje incomparable que sobresale por méritos propios: Francisco Camps Ortiz, natural de una pedanía de Valencia y educado por los jesuitas de esa misma población. Se podrán compartir o no sus ideas, criticar su gestión, tacharlo injustamente de reaccionario, urdir oscuras tramas para poner en entredicho su honradez, pero nadie, absolutamente nada ni nadie, puede negar que Camps sea un político excepcional, porque no es otra cosa aquel que con sus palabras, sus modales, sus actos, su efusividad, su elegancia y su talante positivo, sorprende, alucina, asombra y noquea a propios y extraños.
No, en ningún caso estamos ante una persona normal, porque lo normal habría sido que un tipo así, con esas convicciones morales y religiosas, ante los ataques que recibe de personas que no saben de su honestidad innata e inmarcesible, se hubiese recluido en el monacato para dedicarse en cuerpo y alma “ad maiorem Dei gloriam”. Y si no lo hizo, si no se recluyó en el monasterio de Santa María la Real de Valldigna, no fue por voluntad propia, porque sabedor de que las glorias de este mundo son vanidad de vanidades, estaba dispuesto a ello, sino porque el día en que tal decisión tomó, invocado por el Magistrado Juan Luis de la Rúa -de quién nuestro hombre dijo que habría que buscar una nueva palabra “en el diccionario diferente a la amistad para definir la sentida e íntima relación que hay entre el Presidente de la Generalitat y el del Tribunal Superior de Justicia de Valencia”- y por Monseñor García Gascó, se le apareció el Espíritu Santo, y le dijo: “Francisco, aunque estamos faltos de vocaciones y hemos de recurrir a impíos morenos y negros para mantener el monacato, tu misión trasciende los muros de los conventos. Sabemos el calvario por el que te están haciendo pasar hombres ajenos a Nos, de tu sufrimiento, y ello nos agrada sobremanera. El Padre, el Hijo y Yo mismo nos hemos reunido en cónclave y hemos decidido que, aunque la Gloria eterna la tengas garantizada, tu reino sí es de este mundo, porque la Iglesia te necesita para seguir penetrando en la sociedad valenciana, puntal que es hoy de la española. Somos conscientes, los tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo, de la dureza de la misión que te encomendamos, pero has de saber que la Iluminación divina estará contigo ahora y en todo momento. Amén”. La paloma voló y desapareció en el infinito mientras nuestro hermano Francisco, arrodillado, sonreía y dejaba escapar una furtiva lágrima de gozo infinito que barnizaba su siempre morena mejilla.
Pocos días después de ese encuentro en la tercera fase que marcó un hito en la Historia del Universo, Camps compareció ante la Junta Regional de su partido en Valencia y con una fuerza que jamás se vio en político alguno del mundo, ni siquiera en su antecesor el actual asesor internacional de Telefónica Eduardo Zaplana, habló y dijo a los presentes: “Porque todo el mundo en España, los cuarenta y cinco millones de españoles saben que soy honrado, que tengo lo mismo que tenía cuando llegué a la política y nadie se puede creer que el presidente de una comunidad autónoma pueda venderse por tres trajes ni por tres platos de lentejas, que además no me gustan por que las inventó Negrín, es absurdo, y yo creo que es absurdo, y no sólo lo creo yo, lo cree el Partido Popular, lo cree la comunidad Valenciana entera, lo creen todos mis compatriotas, desde Finisterre hasta Cabo de Gata, toda España” y Dios Santísimo que está al loro de todo y sabe cómo se visten los hombre de bien como yo. Él, sí, el mismísimo Dios me habló el otro día, no por video conferencia ni por correo electrónico, sino mediante el Espíritu Santo, uno y trino, y me dijo para que lo difundiera a los cuatro vientos: “Paco, eres el primer Presidente de la Historia de la Humanidad al que acusan sin pedirle ni sus cuentas ni su patrimonio. Nadie en el planeta Tierra te va a dar lecciones de honorabilidad y honradez, porque tú eres Molt Honorable y los demás no. Te tienen envidia Paco, pura envidia porque saben que estamos contigo, que te apoyaremos en todas las circunstancias, porque saben que seguirás siendo Molt Honorable pase lo que pase y, además, que es lo que más les jode, entrarás en el Reino de los Cielos por la puerta grande para sustituir a San Pedro en el cargo del Negociado de Llaves, el pobre está cansando de tanto ir y venir y ahora con esos de Iberdrola, Endesa, Fenosa, Telefónica, Ono, Orange, todo el día llamando a la puerta, no puede más. Paco, no dejes de sonreír, predica, abraza, transmite el mensaje, te lo puso difícil Eduardo, pero tú, sólo tú, cualquier día andarás sobre la mar. Dale un beso a Rita”. Y se lo he dado, tal como me dijo el Espíritu Santo, le he dado un beso a Rita Barberá, que es para todos nosotros más que una hermana, más que una amiga, la madre que nos protege de toda aflición, como en aquel tiempo de nuestro pasado glorioso lo fueron Pilar, sí Pilar, Pilar Primo de Rivera, y la insigne Mercedes Sanz Bachiller, viuda de Redondo (Don Onésimo).
Con la mirada siempre al horizonte, radiante, el terno gris marengo, impecable, la tez cetrina y suave como el culo de un niño, la sonrisa dispuesta para la cámara y el gesto amable para quienes sabe lo merecen por su condición u oportunidad, Francesc Camps, que nos había recomendado a todos “ser felices, porque todos somos iguales, los calvos y los que tenéis pelo”, se entregó en cuerpo y alma a la difícil tarea de engrandecer Valencia para dar nuevas glorias a España. Como Pelayo y Santiago Matamoros, este hombre incomparable inició la reconquista del solar patrio y de la mano del gran ingeniero Santiago Calatrava, al que ha pagado varios millones de euros para que todo salga como Dios quiera, construyó la Ciudad de las Artes y las Ciencias, L’Hemisfèric, El Ágora, el Palacio de las Artes Reina Sofía, puentes, torres, dejando en el tintero obras de parecida envergadura en Torrevieja, Valencia y Castellón, proyectos que no se han podido llevar a cabo por la crisis y por la manía patológica que Zapatero tiene a Valencia, pues no puede decirse otra cosa de quien permite que se arrojen piedras dentro del santuario de la democracia como hizo el socialista Ángel Luna o que se hable de naranjas podridas en los medios cuando todo el mundo sabe que Valencia no produce ni un solo cítrico putrefacto.
Incansable, Francisco Camps –Paco para los amigos-, llenó la Comunidad Valenciana de escuelas católicas para que los buenos valencianos tuviesen una educación acorde con sus creencias, las de Camps; atendió a los sacerdotes en sus quejas contra esa herejía llamada Educación para la ciudadanía y les confió la educación sexual de los púberes, cortando de raíz el libertinaje en el que se movían miles de adolescentes más proclives a la tentación de la carne que a la castidad cristiana; construyó cientos de chabolas-escuela en contenedores parecidos a los de los barcos para que el populacho supiese de verdad lo que le espera en la otra vida y proclamó a los cuatro vientos su devoción por la Mare de Déu dels Desamparats y por San Vicente Ferrer, transformando una región otrora republicana y liberal, en uno de los bastiones eternos de su partido y de Dios. Inasequible al desaliento, pertinaz como la sequía, la iluminación del Espíritu Santo le hizo no escatimar esfuerzos ni dineros en su sagrada misión, auspiciando con sus buenas artes la recalificación de cientos de hectáreas para uso urbano, miles de solares, miles de edificios fueron construidos en toda la Comunidad por cientos de miles de trabajadores que hoy están en paro gracias al odio visceral de Zapatero a Valencia. En el camino, dos de las Cajas de Ahorros más importantes de España, Bancaja y la CAM, cayeron en desgracia sin que nadie, absolutamente nadie, ni siquiera Él, hayan pagado por ello: Al fin y al cabo los glorias materiales de este mundo son vanidad de vanidades, y eso, Francesc lo sabe. Como también sabe que dentro del partido “nos apoyamos todos, que eso es lo importante ¿no? Estamos todos muy contentos, la verdad. Nos apoyamos todos y eso es muy bonito. También lo apoyo a usted (Don Rajoy), que lo está haciendo muy bien durante estos días y estas semanas. Y la verdad es que nos apoyamos todos, porque es de la mejor manera para poder llegar cuanto antes a lo que les decía antes".
Ni Gurtel, ni Brugal, ni Fabra, ni el Bigotes, ni Ripoll, ni Castedo, ni el ladrillazo, ni el desastre de Terra Mítica, ni la ruina de las cajas, ni Groucho Marx: Francesc Camps, nada menos que todo un hombre, un español de los de antes, como Dios manda. Quién duda de mi, duda de Valencia, con dos cojones, y encima a hombros. Entrañable, verdaderamente entrañable.
Escrito por P. L. Angosto
El avance de una nueva Derecha europea
Tras la caída del muro de Berlín, la desestructuración de la Unión Soviética, el fin de la Guerra Fría y el progresivo debilitamiento de la ilusión marxista, el Occidente de la resistencia fascista y la lucha descarnada por la Liberté, Egalité et Fraternité se ha visto envuelto en un arrebatado proceso de desmantelación ideológica. Un fenómeno de a-politización respaldado gracias a la deleitosa añagaza de la prosperidad económica, la expansión de una renovada ideología conservadora que ha conseguido hacerse con la mayoría de las cancillerías europeas y la adopción de un modelo cultural rubricado con los valores propagados por esta nueva Derecha. Y digo renovada porque esta nueva Derecha tratará ante todo de labrarse una reputación alejada de la imagen ñoña y anticuada que nos ha legado la historia de un movimiento cuya mayor amenaza radicaba en la conservación de toda una serie de valores heredados de una tradición opuesta al progreso, el cambio o modificación de las jerarquías sociales y el advenimiento de la endiablada democracia.
No dejará nunca de ser paradójico que en apenas veinticinco años, la Izquierda, heredera del Iluminismo dieciochesco, haya prácticamente desaparecido del panorama político europeo, amilanada, amedrentada y al mismo tiempo desplazada a causa del forzado empuje de una subversiva mundialización que ha enormemente favorecido el asentamiento definitivo de esa nueva Derecha abanderada con el manido emblema de la pluralidad y libertades democráticas. Como sugiere Raffaele Simone en su último libro Il Mostro mite, una de las mayores ventajas con las que cuenta el idiolecto aderezado por la nueva Derecha europea, yace en la inesperada simbiosis entre el paradigma cultural adoptado en Occidente y la cosmovisión, esto es la forma de entender el mundo, propagados desde los cenáculos y think-tanks de la Derecha. En este sentido, la ideología modelada en los baluartes de la Derecha cuenta con el impagable espaldarazo de una cultura global que le asegura su buena marcha e imbricación en los resortes de la sociedad moderna. Uno de los puntos más destacados del idiolecto fraguado en estos círculos de la Derecha radica en la importancia otorgada a la actividad económica por encima de cualquier otra actividad humana: el ejercicio de la libertad se llevaría a cabo única y exclusivamente a través de la actividad económica. Una sociedad acorazada contra el despotismo de la Izquierda – reza el credo capitalista empleado desde la Derecha- es aquella donde todos los individuos podrían alcanzar la felicidad absoluta – o relativa- gracias al laboreo esforzado, los tejemanejes del mercado y la buena salud de la economía nacional. Estas son las tres claves principales del armatoste ideológico de la nueva Derecha, conjugadas, atendiendo a las necesidades de cada territorio, con temas de diferente envergadura que van desde el terrorismo, a la seguridad y la inmigración. Todos absolutamente todos, desde el zapatero remendón hasta el hijo de un importante mecenas empresarial, gozarían del inestimable trampolín económico para hacer realidad sus sueños y alcanzar la ansiada felicidad. La búsqueda del interés individual, en este caso concreto, nos dicen, se trastocaría en el bienestar general, según relataba Mandeville en su famosa fábula de las abejas.
Aunque la realidad no deja de ser muy otra de aquella promulgada por el morboso idealismo de la Derecha, a principios de los años 80 la fábula de Mandeville parecía tomar cuerpo en un Occidente inseminado con el pérfido way of life importado de las Américas y sazonado con la aparatosa opulencia y crecimiento de una sociedad engatusada por los destellos cegadores del boom económico. Esta coyuntura económico-social propiciaría, a la postre, la lenta cristalización de una estructura social emponzoñada con las taimadas zalemas de un pseudo-desarrollo económico pregonada desde las altas esferas de esa Derecha cosmopolita aliada con los agentes económicos portavoces del exuberante enriquecimiento europeo. Las condiciones sociales fraguadas tras la implosión de la bienvenida prosperidad europea y el continuo desgaste de una Izquierda de capa caída, le vendrían pintiparadas a esta Neo-derecha.
De la noche a la mañana, la imagen de la Izquierda comenzaría a destilar un tufillo rancio, un efluvio de anacronismo y antigualla que desde muchos sectores de la sociedad no dudarían en equiparar a la fragancia de una retrógrada ideología incapaz de adaptarse a los aires de la modernidad porque se hallaba anclada en el pasado y tan sólo constituía un pesado lastre para el despegue económico y desarrollo de la sociedad. A falta de un discurso coherente elaborado conjuntamente desde la Izquierda, ésta decidiría tomar el camino más fácil: adherirse al gran poder económico manteniendo intacto el marbete de la lucha por la libertad, el socialismo, la pluralidad y los derechos. Entretanto, mientras la Izquierda trataba de ofrecer una imagen en consonancia con el nuevo orden mundial que le llevaría a perder definitivamente sus señas de identidad, la Derecha sabría arreglárselas a las mil maravillas en su conversión al cosmopolitismo neoliberal. Los años 90 y la llegada del nuevo milenio no nos han dejado resquicio para la duda: la Derecha se rehace y asume su papel de fiel escudero de los todopoderosos mecenas del mercado a la par que la Izquierda vive sumida en una crisis sin precedentes desde la época de las Luces. El nuevo siglo nos hará asimismo partícipes de la remodelación, o en otras palabras, desintegración de aquella Izquierda crítica y combativa a favor de otra Izquierda constreñida, amancebada, carente de ideas y embreñada entre las luengas y pobladas haldas del Único, Omnipresente y Omnipotente Fátum de los destinos humanos: el engranaje del poder monetario internacional.
Esta paulatina desaparición de una Izquierda combativa, ahora asimilada a la ideología mercantilista, llevaría a muchos analistas contemporáneos, como el señor Francis Fukuyama, a proclamar el Fin de la Historia porque ésta habría tocado su techo natural una vez se produjese esta adecuación entre democracia y neoliberalismo. La paralización de la dialéctica hegeliana daba buena muestra de ello. Desde el mismo momento en que se aniquilaba el contrapeso equilibrador de la Izquierda en el terreno transformador de la ideología, el progreso, la evolución y con ello la Historia habrían llegado a su fin. En ese momento el devenir se recubriría de una grisácea monotonía, un fatalismo concitado por las escasas o nulas esperanzas de cambio y modificación. Tan sólo restaba mirar hacia otro lado y dejar pasar el tiempo. Con todo, la Historia continúa su andadura y la imposición de un pensamiento único en pro de una Derecha viviendo una etapa dorada, no sólo se deja sentir en el lisérgica, fascinadora y turbia dialéctica hegeliana mentada por Fukuyama, sino también en algunos fenómenos muchos más cercanos, tangibles y palpables. Por ejemplo si atendemos al debilitado modelo de la democracia multicultural vemos como éste ha sido recientemente ninguneado – debido a esa carencia de un efectivo contrapeso político- a tenor de una crisis económica que ha dejado entrever quién mueve los hilos del mundo y quienes, a pesar de las urnas, manejan los asuntos del Estado. Pero esto no es todo, a día de hoy incluso se pone en duda la legitimidad dimanada de los procesos electorales habida cuenta de una elevada tasa de abstención que no hace sino trocar la llamada voluntad general en la voluntad de una minoría con intereses propios allende lo meramente político. Cabría tratar el fenómeno de la abstención – aprovechado por la Derecha para hacerse con el control de algunos estados- con mucho más tiento y atención, pero, en definitiva, esto no parece a priori sino una consecuencia directa de la creciente desafección de la ciudadanía hacia aquellos que se suponen deberían gobernarnos y a posteriori un síntoma patente de aquel tipo de dominación suave predecida con admirable anticipación por el genio indiscutible de Tocqueville en De la démocratie en Amérique,
[…] si el despotismo llegase a establecerse entre las naciones democráticas de nuestro tiempo…éste sería más distendido y suave, al tiempo que degradaría mucho más a los hombres sin atormentarlos.
Con todo, no dejemos que este nuevo Leviatán promovido desde la Derecha nos persuada con sus promesas y requiebros, sin antes tratar de disponer nuevamente las fichas sobre un tablero dominado por el genio avieso de un habilidoso ajedrecista cobijado entre los bastidores del teatro democrático.
6 mar 2011
Ecos Urbanos: Agencias de rating y Ley hipotecaria
4 mar 2011
Contra las listas contaminadas... Las de verdad
En estos momentos, los partidos políticos están cerrando sus candidaturas para las elecciones municipales y autonómicas de Mayo, pero dichas listas podrían incluir cientos de políticos corruptos.
En lugar de presentar candidatos con una trayectoria responsable de servicio publico, los líderes de algunos partidos están utilizando vacíos legales y ambigüedades para incluir imputados por delitos asociados con la corrupción. Hay poderosos intereses económicos que permiten que dichos políticos sigan en el poder, pero si dejamos claro que solo les votaremos si limpian sus listas e impulsan medidas contundentes contra la corrupción, podríamos forzarles a combatir esta plaga y sus desastrosos efectos sobre la vida pública, la economía y el medio ambiente.
No tenemos mucho tiempo. Enviemos un mensaje claro y atronador a los partidos políticos: no queremos candidatos corruptos en las listas electorales. Firma abajo para unirte a este urgente petición por unas elecciones limpias y una acción eficaz contra la corrupción, y reenvíaselo a todos tus conocidos. El viernes, antes de la presentación de sus candidaturas, entregaremos las firmas directamente a los principales partidos, y a través de los medios de comunicación durante toda la campaña electoral.
http://www.avaaz.org/es/spain_clean_up_politics/?vl
Esta no va a ser una batalla fácil. La corrupción está bien arraigada en nuestro sistema político. Así, 8 de cada 10 españoles piensan que nuestras instituciones y representantes políticos son corruptos, o muy corruptos. Pero la magnitud del problema está alcanzando níveles alarmantes. Así, el año 2010 cerró con más de 700 investigaciones abiertas por casos de corrupción, tales como el cohecho, la malversación de fondos públicos y la financiación ilegal de partidos, que afectan a miles de funcionarios y cargos electos.
Desafortunadamente, la respuesta de los dirigentes de los partidos continúa siendo la de cerrar filas, ignorando a menudo las imputaciones, y echándole la culpa de todo a los rivales. La confirmación de las candidaturas de Francisco Camps en Valencia y de la actual alcaldesa de Grazalema son ejemplos recientes de la falta de compromiso político en la lucha contra la corrupción.
Pero la indignación popular está comenzando a hervir, y es precisamente en periodos electorales donde podemos ejercer una mayor influencia sobre los partidos políticos.
Ya lo hemos hecho con anterioridad. El año pasado, miembros de Avaaz en Brasil lograron impulsar una ley que prohibe a los candidatos corruptos a presentarse a las elecciones. En un principio, casi todos dijeron que sería imposible, pero nuestro esfuerzo se convirtió en la campaña por internet más grande de la historia brasileña, logrando arrebatar el poder político de las manos de lobbistas e intereses privados y devolvérselo a la ciudadanía.
Construyamos un movimiento anti-corrupción sin precedentes en España. Juntos podemos convencer a los dirigentes de los partidos de que tienen mucho más que perder si eligen a candidatos corruptos que si los excluyen de sus listas. Ha llegado el momento de darle un vuelco a la corrupción en nuestro país. Firma la petición urgente y corre la voz. Esta semana Avaaz y Actuable la entregarán directamente a los principales dirigentes de los partidos.
http://www.avaaz.org/es/spain_clean_up_politics/?vl
Somos muchos los ciudadanos convencidos de que ha llegado la hora de derrotar a la corrupción en nuestro país, y de que la sociedad española está preparada para alzar su voz y pasar a la acción para lograr que nuestro sistema de gobierno sirva al interés público, y no a los bolsillos de unos pocos. Las recientes movilizaciones ciudadanas en el Medio Oriente y el Magreb son un claro recordatorio de que cuando nos unimos y reclamamos nuestros derechos, podemos conseguir lo que a primera vista parece inalcanzable.
Con esperanza,
Luis, Grazi, Laura, Ricken, Alice, Benjamin y el resto del equipo de Avaaz