Resulta que la crisis era imprevisible, resulta que hace un año nadie podía prever el alcance ni la magnitud que el estallido de las “burbujas” podía alcanzar, resulta que ni siquiera el más avezado de los chamanes, perdón economistas liberales, sabía que las “burbujas” (financiera, inmobiliaria, petrolera, alimenticia…)eran eso, burbujas, y podían explotar. Y resulta que políticos y periodistas nos repetirán esta mentira hasta que nos la creamos, hasta que no podamos recordar que desde hace ya varios años era evidente 8al menos para cualquiera que no se negase a verlo y comprenderlo) que la burbuja inmobiliaria no era más que eso, una frágil y endeble burbuja que estallaría en cuanto el stock de casas vacías fuese aumentando a la par que el precio de las hipotecas y el índice de morosidad… ¿acaso había alguien que no supiese que “el milagro económico español” se basaba en el ladrillo y se desmoronaría con él? (aunque sus auténticos protagonistas tenga la espalda cubierta y perspectivas de continuar dando pelotazos en otras partes del mundo)
La realidad es que la crisis económica es inherente al sistema capitalista, pero este es incapaz de reconocerlo (si lo hiciese sería como reconocer la necesidad de superar el capitalismo), se ve obligado a guardar las formas hasta el último momento, para entonces culpar a otro, la especulación, los fondos del alto riesgo, las hipotecas basura… Sin admitir que estas son partes de un todo, el de la economía privada que permanentemente condena a ¾ partes del mundo a la miseria y la dependencia y ocasionalmente asusta al mundo desarrollado con la pesadilla del paro y el fin del sueño del bienestar y el consumo al más puro estilo clase media americana (no hablaremos aquí de la alienación y secuestro de la vida “real” que este sistema conlleva).
La economía privada que hasta finales de los ´70 se había dedicado fundamentalmente a la producción de “mercancías” encontró la panacea en la especulación, es decir, en la creación de la mercancías de las mercancías, el dinero, sin necesidad de producir valor y aliándose a la nueva piratería internacional, la promoción, construcción y venta de viviendas (como ejemplo simple pensad en el pringao que compró una casa para venderla seis meses después y ganar 5 millones limpios, ahora intentad imaginar que no se habrá hecho en las bolsas del mundo).
Lo que quizá no había previsto es que la podredumbre del sistema fuese tanta que su reconstrucción sea casi imposible, según los cálculos actuales no llegaremos a los cuatro millones de parados, pero ya se plantean revisar estas predicciones (como han tenido que revisarlas todas para no admitir hasta el final la situación real), temo que pasaremos esa cifra, pero solo lo reconocerán cuando sea imposible ocultar la verdad, cuando los bancos que arrojan beneficios sólo gracias a la “ingeniería contable” (por eso se guardan todo el dinero y no dan créditos) impongan algo parecido al corralito argentino
Estamos comprobando (y lo que queda) que el capitalismo es una máquina de generar sufrimiento, no sólo en el lado “invisible” del mundo, sino en nuestra propia casa, los familiares en paro que no llegan a final de mes, el amigo que tiene que trabajar sin contrato, el compañero que vuelve a vivir con los padres porque el banco le embarga la casa que compró con una hipoteca imposible, los buscadores de alimentos en los contenedores del supermercado…
No estoy diciendo que “cuanto peor, mejor”, detesto el sufrimiento, pero esto no sólo era previsible, sino inevitable dentro de la economía privada y lo debemos tomar como una oportunidad para construir sociedad al margen del sistema capitalista, las soluciones dentro del sistema están condenadas al fracaso, sólo condenan a más sufrimiento, desde el poder nadie tomará medidas encaminadas a cambiar las estructuras económicas y sociales que perpetúan las jerarquías a todos los niveles, pero los momentos de mayor debilidad del poder están por llegar y ese debe ser nuestro momento.
PARA SEGUIR CON EL RELATO: http://nuestropieizquierdo.blogspot.com/2009/01/relato-en-cadena-actualizado.html
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