Sonrisa profident, traje a medida, corbata a juego con los calcetines de seda. Así, con los dientes artificialmente blancos, se presentan los jefazos de los principales bancos en la Moncloa.
-Hola ZP, ¿Cómo estás? Oye, esto de reunirnos está muy bien, sí, sí, sí. Venimos, nos juntamos los colegas, nos contamos unos chistes, nos hacemos la fotito, damos un titular y después nos vamos a comer al 'Asador de Aranda', que hemos cogido un reservado. Ya sabes, lo de siempre. Comilona de escándalo, copitas, unas rayitas para despejarnos y luego las señoritas. También hemos invitado al de la CEOE, que es un cachondo que te cagas. La verdad es que no sé como toda esta gentecilla que lo pasa mal a final de mes no se suicida en masa. Yo, desde luego, sin estos pequeños caprichillos no se que haría. Pero bueno, gracias a estos desgraciados vamos tirando palante.
Y sigue la retahíla de gilipolleces: 'consenso', 'unidad', 'esfuerzo'. -Ciudadanos pobres, tenéis que arrimar el hombro y saber que cuando las cosas van bien nosotros estamos de cojones y cuando van mal seguimos estando de cojones pero vosotros os tenéis que joder, pasarlas putas y ayudarnos para que no nos arruinemos. ¿Si no, que iban a hacer los del Asador de Aranda? Se necesitan personas que se puedan gastar mil euros en una comilona, es fundamental para el país. Ahora bien, hay que abaratar el despido. Por vosotros, es por vosotros. Os lo explico, si abaratamos el despido, entonces, claro, evidentemente el empresario contrata más ¿Por qué? De verdad, vaya preguntas, no me extraña que vosotros estéis en la mierda y nosotros aquí, en lo alto, con calcetines de seda, traje a medida y corbata a juego. Es sencillo, si se abarata el despido el empresario os contrata seguro. O si estáis trabajando os despide, pero eso es otra historia. El caso es que todas esas historias de seguridad en el trabajo lo único que consiguen es aumentar el paro una barbaridad. ¿Qué es lo que quiere la gente? Trabajar, entonces, si la gente quiere trabajar, dejen a los empresarios que contraten. Y para que contraten, flexibilidad. Que palabra más bonita. Suena tan bien: 'flexibilidad', 'flexiseguridad'. Voy a tener un orgasmo, te juro que me corro. Pues eso, yo te contrato por lo que me sale de los cojones y cuando quiera te despido, a ser posible de gratis. Además, no es justo todo eso que dicen de que nosotros somos unos irresponsables y hemos hechos castillos en el aire. Nosotros lo que hicimos fue aprovechar la coyuntura.
La cosa funcionó así: había pasta, porque había pasta y los intereses estaban por los suelos. ¿Qué hay que hacer en esas ocasiones? Sencillo. Como el dinero está barato, subimos el precio de las cosas. Y diréis, tú banquero no puedes subir el precio de nada. Y yo te respondo, yo banquero puedo hacer más cosas de las que te crees, yo domino lo de la oferta y la demanda y si presto barato la gente compra cosas y los precios suben. Y para que están mis amigos constructores. Redondo, todo redondo. Nosotros les prestamos dinero para que hagan casas, después os lo prestamos a vosotros para que las compréis. Todo para nosotros, quiero más, quiero más. Y la gente loca, pero loca. Los albañiles, todos con su A4, con su chalet y tan contentos. Si gano 2000 euros al mes y sólo pago de hipoteca 1200, eso me lo compro con la punta del nabo.
Ahora, esto hay que reconocerlo, hay menos dinero, el euriboooooor sube y ya no se construye una mierda, tampoco se presta una mierda porque no hay liquidez y como la gente está en el paro, pues eso, la morosidad sube y los bancos se comen los pisos, y el albañil vende el A4 por gasolina.
En estos momentos es más que necesario actuar en varios frentes: 1. Lo de antes, agilizar (otra palabra guapa, guapa, guapa) el mercado de trabajo; 2. Ayudarnos, tenéis que ayudarnos. Sí, bueno, es cierto que contratábamos a chavales que salían de la universidad, les pagábamos una mierda, y les decíamos: "Cada cien hipotecas, un euro más al mes. No mires a quién, tú, hipotécale". Pero, también es cierto que si nosotros nos vamos a tomar por culo, como hemos hecho lo que nos ha salido de los cojones con vuestro dinero, lo que decía, si nos vamos a la mierda, os quedáis sin nada. Me descojono. Si me tocáis los huevos cierro el banco y a mi que me busquen. No os dais cuenta de que yo el dinero lo tengo por castigo, desde Suiza a las Bahamas tengo más cuentas que vosotros euros. Si deberíais agradecerme que me moleste en seguir siendo más rico. Además, permitimos que gobiernen los socialistas. ¿O es que pensáis que si a nosotros no nos sale de los cojones iban a gobernar los rojos? Pues claro que no, el ZP ese además es muy bueno para nosotros. Un día se va a las minas en Asturias, con los sindicatos (mis queridos amigos Fidalgo y Méndez, ahora que lo pienso les voy a dar un toque para que se vengan a comer al Asador). El tío allí, con el puño en alto, que si canto la internacional, que si cada uno que pague sus errores. La gente encantada, oiga, y al día siguiente, vuelve al redil, a su Palacio de la Moncloa, a su Solbes, a su Sebastián y a hacer el cabrón. Eso sí, con una sonrisa.
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