23 jul 2009
ORGULLOSO DE SER ESPAÑOL
Pues no, para los que celebraban mi silencio y para los que no, sigo vivo y coleando, la novedad es que este verano estoy trabajando y no poco. Además, en el norte de España ¿Qué pasa?
Y además os voy a recomendar un libro que a mí me ha reconciliado con la patria española ¿Algo que alegar?
Resulta que una mujer cojonuda llamada Evelyn Mesquida ha sacado un libro que se llama: "La Nueve. Los españoles que liberaron París", y que en ese libro se narra la historia en primera persona de nueve pavos que entraron los primeros en París, cuando allí la gabachería vivía dominada por los nazis. El primer tanque que entró fue el Guadalajara, detrás iban otros llamados Teruel, Belchite, Guernika. Los gabachos mandaban a los españoles, que formaban La Nueve compañía de la División Blindada de Leclerc, delante. Estos angelitos eran anarquistas en su mayoría, algún socialsita, algún rojo, y alguno simplemente republicano, como don Manuel Fernández, con el que he tenido el inmenso placer de hablar.
De los 146 que desembarcaron en Normandía, llegaron al Nido del Águila (donde se refugiaba Hitler),16. Todos los demás palmaron por el camino. Si leéis el libro, os daréis cuenta de los cojones tan enormes que tenía esa gente. Veréis como el capitán Dronne, que estaba al mando de La Nueve, les respetaba enormemente. Esa gente no se dejaba mandar así como así, había que explicarles las cosas y si les parecía bien allí iban ellos y mala suerte para el que se encontraran delante.
Como se refiere Dronne en sus memorias a los españoles que formaban esta compañía pone la carne de gallina. Ante todo eran luchadores por la libertad.
Don Manuel cuenta que cuando cayó Asturias en la Guerra Civil todos fueron para un campo de exterminio en León, donde ahora los muy cabrones han montado un parador. Allí les jodieron a más no poder, de vez en cuando iban los alemanes a tocar los cojones, a uno en una ocasión se le ocurrió escupir en la cara a Don Manuel y este vivió eso peor que si le hubieran pegado un tiro, la impotencia le jodía mucho a este asturiano bonachón, que ya cuenta con 90 años. Eso le motivó para huir y alistarse con la Legión Extranjera, ir para África y allí, huir de la Legión para unirse a De Gaulle en el ejército de la Francia libre, donde había de todo menos gabachos, porque estos vivían muy a gusto chupándole la polla a los nazis. Mira que pasó calamidades pero aún hoy el muy jodío se regodea acordándose de como les dió por el culo a los cabrones de los nazis. Mira que escupirle a Don Manuel.
Hoy estoy muy cansado y harto de escribir pero continuaré con esta historia, que es la hostia.
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