"Otro alcalde murciano entre rejas. El segundo en apenas seis meses. Daniel García Madrid, primer edil de Torre Pacheco (PP), ingresó en la prisión provincial de Sangonera la Verde ayer, cerca ya de la medianoche, por orden del juez sustituto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de San Javier, Salvador Calero. Se le acusa de delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos."( diario La Verdad). Todavía hay demasiada gente que sale en defensa del alcalde después de producirse estos acontecimientos. En un blog de la verdad he leído " que más da lo que pase dentro del ayuntamiento si el pueblo crece y nos beneficia a todos". Estos comentarios no merecen respuesta, si acaso, un momento de reflexión con uno mismo y pensar que al final Einstein tenía razón: "hay dos cosas infinitas, una el universo y la segunda la estupidez humana, y de la primera no estamos del todo seguros". Empiezo a imaginar la multitud de seres(si son personas es otro debate) concentrados en la plaza del ayuntamiento dando voces de apoyo al alcalde. ¿sería esto legítimo? ¿podría yo apoyar a gente que cometiera cualquier tipo de delito sin repercusión alguna?
¿o sería cómplice de.........?
Hay ciertos valores fundamentales que debe poseer una persona(con ello me refiero al respeto del medio ambiente, los derechos humanos, justicia y equidad social.........)
Hemos llegado a la cima sin arnés y olvidando al mundo entero, pues, está claro que la caída no puede ser sino de una manera: en picado y a una velocidad vertiginosa.
Estamos en un periodo de políticas sin previsión y, por lo tanto, si aceptamos este modelo necesariamente debemos aceptar las consecuencias, de otra manera nos estaríamos contradiciendo al afirmar y negar al mismo tiempo una misma realidad. De un modo más simple, si construimos en dos años el mismo número de viviendas que se realizarían en 10, las cuentas salen, más de uno se verá perjudicado. ¿Estamos dispuestos a seguir apoyando a ciertos políticos sin previsión? En murcia parece que sí, pues adelante, ahora os lo coméis con patatas.
DAVID RUBIO
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