Por motivos que no
vienen al caso, se me había pedido que escribiese una pequeña
columna en la que se sintetizara la información referente a los
asuntos del alcalde de Torre Pacheco con la justicia. Quienes son de
la zona habrán oído hablar del 'caso de la permuta', del 'caso
Camelot', de los asuntos del ayuntamiento de Fuente Álamo, del
asunto de la multa que el alcalde le quita a un amigo que había sido
multado por conducir un vehículo sin seguro, etc.
Tras una lectura
de los artículos que se encuentran en las hemerotecas de los
distintos periódicos que tratan estos asuntos, la sensación que me
quedó no fue la de conocer las circunstancias que rodean a estos
casos pues la habilidad con la que se distribuye la información hace
que permanezca como una “mentira provocadora que no quiere ser
creída, sino que impone su silencio”, palabras
de Theodor Adorno estas últimas.
La
cuestión es que existen dos casos abiertos en los que está imputado
el alcalde de Torre Pacheco, más algunos concejales y arquitectos.
Estos son el caso 'Camelot' y el 'caso de la permuta'. Son muy
graciosos los periodistas que nos hacen notar el disgusto que tendrán
sus señorias imputadas con las historias de la corte del rey Arturo
de aquí en adelante. Sin embargo, nada se dice de la indignación de
los ciudadanos y ciudadanas que ven como les roban impunemente la
riqueza pública.
Más adelante se vuelve a in-formar de que el caso Camelot se ha visto reducido en su cuerpo delictivo por razones que el juez sabrá pero de las cuales no tenemos la más mínima idea.
Más adelante se vuelve a in-formar de que el caso Camelot se ha visto reducido en su cuerpo delictivo por razones que el juez sabrá pero de las cuales no tenemos la más mínima idea.
Con
el caso de la permuta nos birlan cinco millones de euros y tras cinco
años no pasa nada, ni ha de pasar; en el caso Camelot hay unas
cincuenta imputaciones y se pide cuatro años de cárcel cuando sin
ser legos en jurisprudencia sabemos que por mucho menos se pasan más
largas temporadas en prisión.
El
empresario multimillonario de la construcción, el que paga las
corridas de toros, ha metido el hocico en varios de estos asuntos y
está imputado en ellos más en los del ayuntamiento de Fuente Álamo
y Mazarrón por enviar sobres de dinero. También conocemos las
grabaciones efectuadas por la guardia civil que aparecieron en el
diario El País en las que queda de manifiesto con claridad y
evidencia como funcionan las cosas en la región bananera del levante
español.
Para
más señas remitámonos a que el constructor le regaló al alcalde
un piso de lujo por diez millones de las antiguas pesetas cuando su
valor real rondaría los treinta y que las vacas gordas han
desembocado en una ruina, la cual sería catorce millones de euros
más enjuta si el amigo inspector de hacienda hubiera cobrado al
empresario el IVA por sus actividades.
Las
evidencias claman mientras que la justicia vive en el absurdo debido
a que no se pueden provocar terremotos en las clases dominantes de la
sociedad. Quienes somos del terreno conocemos las cantidades
indecentes de dinero que toda esta trama ha provocado y sabemos que
en ellas está implicada toda su mancebía copando cargos como
juntas directivas de bancos y cajas, presidencias, ministerios, senados, parlamentos, abogacías,
fiscalias y poderes jurisdiccionales.
Aquí se llama Camelot y por allá Gürtel pero detrás de todo esto no sólo están los millones de la permuta y demás faltas de injusticia a la obligación del cargo que se desempeña, sino que se impulsa la degradación, la decadencia y la cruel asfixia social en la que ha de transcurrir nuestras vidas.
Aquí se llama Camelot y por allá Gürtel pero detrás de todo esto no sólo están los millones de la permuta y demás faltas de injusticia a la obligación del cargo que se desempeña, sino que se impulsa la degradación, la decadencia y la cruel asfixia social en la que ha de transcurrir nuestras vidas.
… y
para los desayunos el ayuntamiento de Murcia pierde en favor de un
constructor un edificio entero valorado en más ocho millones de
euros y la Comunidad paga doscientos cincuenta millones más por una
autovía.
Entender entendemos que pagamos las más veces los estómagos de vacío, que es gran trabajo traer la comida en manos ajenas.
Entender entendemos que pagamos las más veces los estómagos de vacío, que es gran trabajo traer la comida en manos ajenas.